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Aventuras de verano

El lunes iba andando a trabajar, avanzaba con el bajón de descansar el domingo y tener que volver el lunes. Mientras andaba tranquilamente, pensando en las cinco horas que me esperaban cobrando en caja, veo un a viejo que tose, una y otra vez, como si el diablo tratara de quitarle el alma por la boca. Pienso que está más que podrido. Cuando acaba de toser se agacha, arranca la moto con la garganta, hace fuerza con la mandíbula y escupe un gran escupitajo de moco verde con gran cantidad de saliva, ves como trata de quitarse los restos de saliva de la boca con el dorso de la mano. A partir de ese momento te diriges al trabajo con más ánimo.



Quedé con un amigo para ir a ver a casa de un otro amigo uno de los primeros partidos del mundial de Sudáfrica, me tenía que llamar. Me llama al móvil, quedamos y me dice que ahora luego me contará. Pues resulta que había llamado a mi casa, mi padre se puso y la conversación fue algo parecido a esto:




El teléfono suena y mi padre coge el teléfono;
Mi padre- "Dime".
Mi amigo- (Al escuchar el dime pensó que era yo que había visto su número en el Domo) "Que me han liberado los del Asfar".
Mi padre- "Me alegro y ¿Dónde estás?".
Mi amigo- "En el parking de la galia ¿Vienes por mí?".
Mi padre- "Muy bien....Estoooo, creo que te has equivocado".
Mi amigo- (En su interior, "mierda") "¿Está Jesús? Soy Antonio"....




En la ya pasada, y dura, época de exámenes decidí ir a estudiar al campo. Allí hay tranquilidad, no hay tecnologías que te puedan distraer ni ruidos extraños. Tras un rato tratando de buscar la concentración, cuando la consigo empiezo a escuchar un pitido de coche constante, una y otra vez, cada vez más cercano. Digo, si que se oyen cerca los pitos de la carretera. El mosqueo sube de nivel, el pitido cada vez se escucha más cercano.
Decido salir y veo que había una furgoneta destartalada en el camino de entrada al campo, no paraba de pitar. El conductor y toda la familia, que iban en la "fragoneta", me ven y se acercan. Paran frente a mí y me preguntan si pueden llevarse los hierros que estén en desuso, tipo lavadoras y demás cosas. Le digo que no sé, que mi padre es el dueño, que me dé su número para llamarlo. El tipo me dice que le dé el de mi padre, pues estuvo un buen rato insistiendo en que le diera el número de mi padre, una y otra vez, hasta que al final cogió la indirecta de que no quería dárselo. Finalmente consigo copiar su número. Cuando se va a ir me dice que mire la "fragoneta" que no lleva nada, le digo que no hace falta, me insiste, y yo le digo que no se preocupe, y él: que sí que mires...me acerco pensando que me va a pegar con un bate de beisbol en la cabeza y me va a robar todo entero, pero no, veo que está vacía la "fragoneta", suspiro y me vuelvo al porche mientras ellos se van.
¡Quién puede volver a estudiar tras eso! Pues tuve que estudiar como pude.

Otro día iba a trabajar de tarde, miro la hora, me da tiempo a todo, como con tranquilidad, me pongo el uniforme y salgo con tiempo de sobra. Cuando llevo la mitad del camino recorrido hacia el trabajo miro un espejo y... ¡Alarma! ¡Alarma! ¡Nooooo! ¡No me he afeitado! ¡Si me ven así me matan! Salgo corriendo otra vez hacia mi casa, me afietó en dos minutos, me hago una escabechina y vuelvo a trabajar corriendo. Cuando llego al trabajo me miro la papada, en uno de los espejos, y veo que lo tengo sangrando entero...Vaya imagen cobrando en caja y sangrando cual animal herido...




Antes de ayer operaron a Trufa, del ligamento cruzado. Sí, los perros también los tienen. El día de la operación iba atontada, se caía, hacía tonterías y no podía moverse sin ir como un pato. Pues ayer, un día después de la operación con los puntos todavía solidificándole la piel, la bajamos la novia y yo y de repente se pone a correr, ¡Corriendo un día después de operarse! Me quede sorprendido, me descojoné y me toco decirle que parara ¡Está loca! Los perros tienen super poderes regenerativos...Una persona normal se pasaría una semana en casa quejándose.




Estaba en el cumpleaños de un amigo, su propia casa. Estábamos esperando a que llegara todo el mundo y que fuera la hora para empezar a comer. En eso me dice una amiga que escucha subir a la pareja de tardones que faltaba...Salgo rápido, abro la puerta de la casa y pego un disparo imaginario, con los dedos, en dirección a la escalera. De repente me doy cuenta que no son ellos, son las vecinas de enfrente con dos jaulas de loro gigantes, se asustan, dan un respingo y se ponen rojas ¡Tierra trágame! Les digo; "lo siento, el disparo era para otra persona" y cierro la puerta. La madre del cumpleañero sale descojonándose de la cocina y dice; "¿Quién ha sido el del disparo? Las vecinas me han dicho que alguno de vosotros les ha disparado" y se descojona.







Cuando el aburrimiento se convierte en diversión

Este verano he vuelto a trabajar en el supermercado. Sí, otra vez a cobrar en caja y vivir cosas diferentes. 



El otro día, estoy cobrando con tranquilidad, concentrado en el proceso de dar cera, pulir cera, esto... no, pasar producto y comprobarlo. En eso oigo hablar un hombre mayor con una voz moderadamente alta; "que si esto con Franco no pasaba, que si el neoliberalismo tiene la culpa de la crisis, que si Zapatero es un criminal"... Pienso en que será un hombre hablando con otro, típica conversación de personas mayores. El abuelito se acerca conforme voy pasando las diferentes compras, me giro y veo que está hablando solo, el hombre que tiene delante le da la espalda como tratando de ESCAPAR de la constante acción verbal; "que si el estuvo en la Guerra Civil, que si los bancos son los grandes culpables...". El hombre de delante consigue pasar, embolsa rápidamente su compra, paga, me mira y me dice; "Ahí te lo dejo" y se va corriendo como alga que persigue el diablo.
Miro al frente y veo al abuelo, me mira, baja la mirada ¡¡y continúa!!; "que si el dinero ahora no vale nada, con la peseta esto no pasaba, que si toda la juventud está criminalizada...", le cobro y  despido. Las mujeres de detrás se miran y dicen; "Pobrecito, es un hombre de los de antes, les gusta hablar hasta debajo del agua...". Y yo pienso, ¿qué tendrá que ver ser "de los de antes" con hablar mucho?

Otra anécdota fue cuando le paso la compra a un hombre muy mayor, le digo lo que cuesta y me dice con amabilidad; "Puedes cogerme tú el dinero...No me veo mucho", se lo cojo, me lo agradece y lo veo alejarse con parsimonia y cansancio. Se aleja, se para al lado de la papelera de pilas, coge un papel ¡y trata de meterlo! ataca con furia el contenedor de pilas, la pequeña rendija se resiste, ¡es una lucha a muerte! Se cansa y lo tira al suelo. 


También es interesante cuando le preguntas a la gente; "¿Tienes el coche en el parking?" y te dicen; "No". Le pasas la compra, les cobras y te preguntan; "¿Y qué hago con esto?" Y te enseñan la tarjeta del parking. Tu le dices; "¿No me ha-bí-a di-cho que no te-ní-a el co-che en el par-king?", y te dice: "¡Ah! ¿Era eso?"...(._.")


Otro clásico es la gente que te va a pagar con tarjeta y tiene 80 tarjetas en la cartera. Dos minutos buscando y la tensión de los que esperan a pasar la compra a flor de piel. Al fin la consigue pero... ¡no tiene fondos! "Espera que esa no es", a buscar otra vez. 

Lo siguiente me pasó con un servicio a domicilio, le pido el DNI para pasarlo por el terminal y que me dé su dirección, tarda media hora en conseguir su DNI dándole vueltas al tarjetero. Lo consigue, lo introduzco en el terminal y se lo devuelvo. Sigo pasando los datos del servicio a domicilio y le digo; "¿Cómo va a pagar?" a lo que me contesta con tarjeta, ¡No puede ser! Le digo; "Pues deme la tarjeta", menos mal, es con chip, no hace falta que vuelva a buscar el DNI. La introduzco y le digo; "Ponga el PIN" y me dice;"¿Qué PIN?"...No sé sabía el código secreto, ni ese ni la de sus otras 78 tarjetas con chip, ¿para qué *$%#`[+* tienes tarjetas con chip si no sabes el PIN? Me dice; "Te pago con la propia del súper" y le digo; "Vale" mi cerebro muere, a buscar, nooooooooooo. Pues otros cuatro minutos para encontrar la del súper, primero me da la  competencia, y me dice; "¡Ay! esa no es", al fin me da la buena, y luego otros dos minutos para el DNI que tenía en la mano.


Son cosas divertidas, cosas que si estás aburrido y medio durmiendo, tras estar cuatro horas cobrando, te animan ¿Qué haría yo sin ellos?


Cómo se vive un partido....

Todo empieza cuando te dan el horario de trabajo del mes, lo miras con interés y te das cuenta que justo el día del Paraguay - España, día 3, acabas a las nueve de la noche. Mierda te pierdes la primera parte...


Te llama tu amigo Luis y te dice; "¡Oye! ¿Te vienes a ver el fútbol a mi casa?" a lo que contestas un sí con condiciones: "Llegaré a la segunda parte...". Así quedas, acabar de trabajar, irte corriendo a cambiarte y ver la segunda parte del partido.

Trabajando, las ocho y media, nadie en el supermercado excepto alguna ama de casa que no tiene ningún interés en ver el fútbol. Los minutos no pasan, miras y miras el reloj...Casi no te queda cambio, luchas para sobrevivir a los últimos 15 minutos.

Sales rápido del trabajo, andas deprisa viendo en las diversas teles como va, empate a cero. La cosa va bien, por ahora al menos no perdemos. Te cambias rápido, ni te duchas, y ves en el móvil tres llamadas perdidas de Luis, lo llamas y te dice: "¿Dónde estás? Te estoy esperando a la puerta del Mercadona"...y yo: "Estoooo, yo ya he llegado a mi casa" a lo que responde: "Me cago en al mar, ¿Por dónde has salido?...". Quedáis en que te recoja en tu casa.

Bajas y te dice: "Oye, vamos un momento a mirar una cosa del parking y luego vamos a mi casa a ver el fútbol, ¿Qué pizza quieres?", le dices la pizza que te gusta y vamos a mirar el parking. Piensas, estas reventado, te sientas en una silla mientras Luis habla con la del parking, piensas en cómo estará jugando España, que no habrán metido un gol si no se hubiese celebrado. Acabas y sales hacia la casa de Luis, ¡Al fin a ver el partido!

Salís andando del parking y cuando llegáis a la zona del castillo (Castillo de Santa Pola), miras una pantalla, la del Divinos, y ves un jugador paraguayo dispuesto a lanzar un penalti, ¡Cardozo! ¿Qué coño ha pasado?, os acercáis corriendo a la tele y esperáis a ver el lanzamiento, lanza....¡¡Y Casillas lo para!! Todo el mundo lo celebra saltando en la terraza, tú te abrazas a tu amigo y sales otra vez hacia casa.



Pasáis andando dos manzanas y veis como la gente desde su casa empieza a gritar, ¿qué ha pasado? Corréis y entráis en la hamburguesería Brutos, ves al dueño y te dice que acaba de pitar penalti a favor de España. Esperas, Xabi Alonso al lanzamiento y... ¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL! ¡GOOOL! Todo el mundo en la hamburguesería salta y lo celebra. Sales a la calle y en los balcones todo el mundo salta, grita y hace sonar lo que tiene a mano.

Continuáis andando hacia casa de Luis, ya os queda doblar la esquina, miras hacia una mini televisión de 15 pulgadas del bar de la esquina (no sé ni cómo se llama el bar, Las Vegas creo) y ves como todos los jugadores paraguayos celebran algo con su portero, Justo Villar, ¿Qué ha pasado? Le preguntas a una cocinera del bar que está sentada en los escalones pasando del fútbol, y te dice; "No sé qué ha pasado, pasa y míralo", declinas su oferta, casa de Luis está cerca.

En siete minutos, cien metros andando habéis vivido muchas emociones. 

Llegáis a casa de Luis, todos os comentan nerviosos lo que ha sucedido, no saben que lo has vivido todo en la calle...España consigue marcar, gol de Villa. A semifinales contra Alemania, todo el mundo en las calles lo celebra. Lo que Alemania no sabe es que también caerá eliminada y el pulpo Paul nos da como vencedores antes Holanda...






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