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Historia de "Hodor el semiorco"...



Pues sí, han vuelto a matar a mi personaje en la aventura que estamos jugando. Se trata de "Retorno al templo del mal elemental" de Dungeons & Dragons (3.5).

Sí, es la tercera vez que muero. Además morí de una forma totalmente insalvable, era imposible sobrevivir a una botella de explosión en espiral. Se trata de un pequeño botellín que vale el módico precio de 19.000 piezas de oro, tiene un único uso. Su efecto es que si la lanzas contra cualquiera, acertando un ataque de toque, provocará que se abra en el suelo un pequeño agujero dimensional  por el que absorberá  a otra dimensión al personaje que esté encima. La  gracia radica en que el agujero es pequeño aposta, para que absorba con una fuerza brutal y te triture para hacerte pasar por él.


Pero no os creáis, que no es muerte instantánea, que te puedes salvar...Simplemente tienes que hacer una tirada de dados utilizando tu salvación, tiene que sumar lo que tengas en FORTALEZA más lo que saques en un dado de 20. Cuando me lo tiraron saque un 11 en el dado, 10 + 11= 21, me he salvado seguro, pensé...Pues no, la dificultad de la tirada de salvación era, ni más ni menos, de una suma total de 30. Teniendo en cuenta que mi personaje tenía 10 en fortaleza, solo tenía que sacar un 20 sobre 20 para sobrevivir...¡Yuhu!

Así que dije: "voy a hacer un personaje para reírme y que sea diferente, personaje extremo", el grupo necesita un sanador pero no voy a hacerme siempre el mismo personaje para que muera, me aburro ya de clérigos. Así que había pensado hacerme un guerrero, un personaje que no requiera pensar, solo atacar. Luego pensé, un clérigo basado en la lucha, con mucha fuerza, pero no me convenció así que hablando con el máster de mi partida (si el que me mató) me comentó cosas sobre los exploradores, me hice un explorador semiorco, tontísimo (inteligencia -2) y menos carismático que una tortuga (-2) en carisma, eso sí el más fuerte del lugar.


Es fácil rolear con él, cuando se atasca simplemente grita no menos de cuatro veces seguida su nombre: ¡Hodor! ¡Hodor! ¡Hodor! ¡Hodor!... Así que nada, por ahí va él. Es muy tonto pero tiene una fuerza impresionante, lo que más tiene, también tiene destreza, sabiduría y algo de constitución. 

Su equipo está compuesto por dos espadas bastardas impresionantes, una a cada mano (son las armas a una  mano que más quitan). Cuatro hachas arrojadizas contra enemigos a distancia (por si acaso), un camisote de mallas +3 (para protección corporal), un amuleto de armadura natural +2 (más protección corporal ante ataques), un amuleto de salud +2 para darme CONSTITUCIÓN, un escudo de acero +1 (por si viene un mulo demasiado grande), una capa de resistencia +4 (para las trampas y las magias enemigas, importante para un personaje de cuerpo a cuerpo como este) y una presea contra el veneno que me prestaron mis compañeros.
Por cierto, sus espadas tienen nombre:
-Espada bastarda explosiva eléctrica, hace de daño: 1d10 + fuerza + 1d6 eléctrico. Si es crítico, sacar en el dado 17-20 quita aparte 1d10 + fuerza + 1d6 + 1d10.
-La otra es una espada bastarda sagrada, hace de daño: 1d10 + fuerza + 2d6 (contra criaturas malignas), si consigo crítico en el dado (17-20) hace otra vez el mismo daño.
Si a esto le añades que tengo dos ataque por mano en un asalto completo y voy en cada mano con un 14 para el primer ataque y un 9 para el segundo, está bastante bien.


Con sus dotes de explorador, combate con dos armas y combate con dos armas mejoradas, consigue utilizar mejor sus dos espadas bastardas... Aparte tiene otras dotes para maximizar el uso de las espadas bastardas: Crítico mejorado (con la espada bastarda), soltura con un arma (espada bastarda), luchar con dos armas desmesuradas (con dos espadas bastardas, una en cada mano) y competencia con arma exótica (la espada bastarda), es una máquina con sus dos espadas bastardas.

Por último como mascota tiene un búho llamado Aristóteles, le ayuda a avistar y a escuchar, es como un vigía que tiene segunda opinión.
Ahora contaré la historia de Hodor.



La vida de Hódor comenzó llena de dificultades.  El clan de orcos en el que su madre vivía rondaba las estepas de las Colinas Kron, su clan tenía una cueva grande donde todos los integrantes podían vivir de los saqueos a viajeros confiados que pasaban por los caminos, atacando a otros humanoides para hacerse con sus tesoros y comiendo lo que sus robos les reportaban. Su corta inteligencia les llegaba para saber que no debían llamar demasiado la atención, si no su feliz vida acabaría, llegarían soldados y acabarían con su clan.

En uno de sus saqueos nocturnos dieron con un viajero que descansaba en el bosque. Un humano que vestía una túnica ligera, le robaron mientras él les maldecía y les decía que pagarían por ello. Consiguieron grandes objetos y el hombre escapó desapareciendo en un segundo.

Al día siguiente, mientras jugaban con lo que habían conseguido, una gran lluvia de fuego calló dentro de la cueva matando a la mayoría de su clan. El hombre de las túnicas entró seguido de un esbirro, un elemental sónico. El hombre lanzaba poder por sus manos, jugando con los supervivientes, y el elemental sónico remataba a los vivos. 

Su madre consiguió vivir a duras penas junto a otros dos orcos hembra. Escaparon con grandes heridas por un agujero, se alejaron lo que pudieron de la zona por temor al humano de la túnica. Tuvieron que ayudarse mutuamente para conseguir sobrevivir.

En su travesía para poder encontrar un sitio donde descansar toparon con una caravana, trataron de robar algo parar comer y las apresaron. Resultó ser un circo ambulante. A partir de ese momento las tres integrantes del grupo pasaron a formar parte del circo como una atracción más, las tenían encerradas en celdas y atadas. En los diferentes pueblos eran expuestas como el mal personificado. Fueron sometidas a torturas y vejaciones. También violaciones mientras estaban borrachas.

Fruto de estas terribles experiencias nació Hódor. Estuvo toda su juventud en el circo, donde destacó debido a su gran fuerza. Me ayudaba a montar las lonas, arreglar las cuadras y realizaba las diferentes tareas que requerían fuerza bruta. Esto sirvió para que trataran mejor a su madre y sus dos compañeras, Sansa y Arya. Su madre le contaba todas las noches, antes de dormir, la historia de cómo el humano de túnicas ligeras, y su elemental, acabaron con todo lo que su clan tenía, relegándolos a esta vida de esclavitud.   

Pasados unos cuantos años llegamos con el circo a un pequeño pueblo llamado Hommlet. Mientras yo trabajaba junto a Hódor en unos postes para mantener al ganado cercado oímos un grito, ¡era el grito de su madre! Salimos corriendo y vimos un humano con túnicas ligeras (pelo y ojos grises, medía 1,65) que salía rápidamente de la zona donde estaba la celda de su madre y sus compañeras. Nos temimos lo peor, algo en nuestro interior nos decía cosas de aquel humano… ¡salía fuego de las celdas! Arya y Sansa estaban muertas, habían perecido quemadas en su celda, su madre estaba moribunda, solo pudo decirle: “ Eze jumano, ez el jumano lanzador de fuego, el mataor de todo nouestro klan…” y murió.

De los ojos de Hódor salieron un par de lágrimas, dijo que no podía perder el tiempo y salió corriendo en pos del humano de las túnicas… Debía hacer justicia, su propia justicia. Recé para que nunca encontrara a ese maldito mago.

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Hódor tiene un buen corazón. Pero ten cuidado, solo trabaja para sí mismo, no entiende otra cosa que no sean sus propios intereses. Tiene una gran fuerza, si haces algo que él piensa que le perjudica sal corriendo, no intentes explicárselo, el tiempo hará que se le olvide. Si ve un enemigo demasiado poderoso no esperes que te ayude, sabiduría ante todo, el olfato de semiorco, sin duda tratará de salvar su vida.

Eso sí, odia a muerte a los humanos en general y a los magos especialmente (él los llama “túnicas”), no esperéis que os trate bien, avisados quedáis. También odia los elementales, le cuesta evitarlos y lanzarse a tratar de aniquilarlos con sus desmesuradas espadas bastardas. Puede ser arisco y más áspero que el papel de lijar, pero él es así. Lo compensa con dos espadas increíbles y una gran fuerza. Eso sí, creo que le falta ayuda contra la magia, el poco dinero que consiguió los largos años en el circo han sido insuficientes para completar su equipo. Seáis quien seáis, ayudadle y cuidad de él.

Para quien quiera que sea el acompañante de Hódor.
Urus Slokar, mozo de cuadras del Circo de los extraños.


Ahí queda la historia de Hódor el semiorco, veremos cuanto dura antes de volver a morir...

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