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El Mercadillo Medieval

¡Qué bonito es pasear por un mercadillo medieval!

Llegas a la ciudad de celebración, ya sea Elche, Cocentaina o Candanchú, y sabes que te va a ser imposible aparcar. Siempre vas con la esperanza, te animas, ¡hoy seguro que aparco fácil! Das vueltas como una noria, ves un sitio y el maldito Jaguar que tienes delante te lo quita, ¡rico y suertudo el cabrón! Después de 20 minutos dando vueltas decides irte a aparcar a la periferia, a 15 minutos del mercadillo. Un buen paseo, y si hace frío, mucho frío, se agradece.

Un consejo es que no quedes con nadie en un determinado sitio, más todavía si no conoce bien la ciudad donde se desarrolla el mercadillo o no conoce el punto exacto. El riesgo que corres de que se pierda entre el tumulto y sea imposible encontrarlo es alto, más todavía si llegas tarde por el maldito tráfico. Te llama cansado de esperar y le dices que ahora vas, envías a la novia para que se pase por él y así puedan ir viendo el mercadillo mientras aparcas, ya los llamarás luego. Estás tranquilo porque tu amigo ya no estará esperando solo. Después de dar vueltas durante 20 minutos con el maldito tráfico y haberte tocado ir a la periferia a aparcar, la alarma del baño enciende su piloto, te entran ganas de mear, suerte que la estación de autobuses está cerca.

Llegas al baño con unas ganas horribles de mear, empuñas el manubrio y te pones a ello, ¡qué gusto! y mientras estás en el tema te suena el móvil, ¡pero que asco! con una mano la aguantas y con la otra, y sufriendo mucho, coges el móvil como puedes... En eso entra un moro que te mira con cara rara, ¿qué pasa no has visto a nadie meando y hablando por teléfono! Pones el piloto automático para apuntar, si se sale fuera y salpica...mala suerte ¡Te llama tu amigo el de antes! Lleva media hora esperando, y tú le dices que has enviado a la novia por él (el chorro cesa...), que debería estar por ahí. Le cuelgas y llamas a la novia diciéndole que el amigo está por ahí perdido esperando. Nada sale bien, al final han conseguido encontrarse.

Te reúnes con los amigos y paseas por los puestos, ves gente vendiendo turrones, chucherías- regalices, palotes, fresas gigantes, manzanas caramelizadas, etc-, lotería, promociones de viajes, juguetes electrónicos... ¿No lo sabías? Sí, la industria turronera de Jijona ya existía en el medievo, la lotería ya se vendía, los viajes en crucero también...  En esos momentos te das cuenta lo desarrollada que llegó a ser la época medieval, ¡cuánto se vendía! ¡qué gran época!

Mientras paseas ves diferentes zonas, calles amplias en las que la gente no te agobia mucho, pero también hay puntos críticos, calles en las que los puestos ocupan más de la mitad del espacio. Avanzas apretado y te ves rodeado por madres/padres con carritos que crean tapones gigantescos, en esos precisos y preciosos momentos te preguntas que les habrá llevado a esos padres de familia a meterse en tal aglomeración con su carrito de bebe que, entre los puestos, las personas, las aceras y demás inconvenientes, hacen imposible la correcta circulación ¡Los maldices como pocas personas han maldecido un carrito en su vida! Más todavía si el niño va en brazos y el carrito sin nada...¡Ocupan por ocupar!

Vas viendo la grandeza de algunos productos, como las hogazas de pan, las regalices gigantes, los embutidos demoníacos, los quesos que parecen mesas y te preguntas si a parte de estar tan desarrollado el medievo se hacían las cosas a lo grande. Al ver los precios, te das cuenta que sí, estafas como pocos han llegado a ver.

Ves gente que conoces y que deseas saludar, te acercas y hablas con ellos amablemente, pero también ves gente que no te apetece saludar, tratas de esconder el bulto para que no te vean. Es el problema de un sitio con tanta gente. Para esto sí puede servir la aglomeración.

Deseas irte a tu casa tras haber visto tantas cosas pero no haber podido comprar nada, los precios, el aparcar y las aglomeraciones tienen la culpa. El mundo medieval es muy estresante, ya estás satisfecho hasta el año que viene.

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3 comentarios:

Kaede dijo...

jajajajajjajajaaja
las ferias medievales son un asco en su punto clave, no ves más que cabezas y son todo empujones XD

DM dijo...

No voy a desvelar quién es el amigo que espera...

De saberlo, tendría que mataros.

Anónimo dijo...

Lo raro que no tuvieran que esperar ell@s.... xDD

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